lunes, 18 de agosto de 2008

El Cholo.

Sueño tras sueño, tras más sueños, y mil cosas que no entiendo. Sólo sé que yo no quería desprenderme de vos, que no quería imaginar un mundo separada de tus caricias. Que ese momento era eterno, que todo lo que estaba alrededor era perfecto, por más siniestro que parecía antes de verte. Volviste, para que pueda decirte todo lo que me faltó aquel día. Te confesé así al oído que sos la persona más grande e increíble que jamás haya conocido, esos susurros que se llevó el viento, esas cosas imposibles que nos faltaron compartir... Te dejé un recuerdo, vos me dejaste todo lo que sos para el resto de la vida. ¿Cuántos años hicieron falta para poder decirte “nos vemos” sin que la culpa y el miedo congelaran mi voz?. Todo estaba en su lugar. Todo cobraba movimiento. Todo sonreía al descubrirte parpadear. Todo volvía las promesas que quedaron en el tiempo, realidad. Y yo no podía dejar de besarte y abrazarte, sin sentir ese calor que siempre abrigó mis inviernos con pan, azúcar y manteca...





Foto: Ricardo Emilio Bianco

1 comentario:

Sebaxtian dijo...

hola bell...lindo y execelente blog.

besos kerida